Oigo el ruido del tren, no hay vuelta atrás,
es el punto final, la despedida;
aunque estoy sola y triste en esta huida
no podía aguantar ni un día más.
No pienso regresar aquí jamás,
sueño con empezar mi nueva vida,
he vencido mi miedo y, decidida,
ignoro lo que dicen los demás.
No lo puedo elegir, es mi destino
y lo enfrento dispuesta y con coraje,
me da igual si parece un desatino.
Pienso viajar ligera de equipaje,
el lastre tiraré por el camino
y el futuro me espera tras el viaje.
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